De Potes a Portilla de la Reina por el puerto de San Glorio, variante del Camino Vadiniense

Los peregrinos que afronten el Camino Vadiniense cuentan con una importante variante, más directa que el camino oficial (ahorra 10 kilómetros), por el puerto de San Glorio, y conocida como Camino Leonés a Santo Toribio; evita el gran rodeo por Fuente Dé y el puerto de Pandetrave. Este camino está bien señalizado con la vieira hacia León y con la misma cruz roja del Camino Lebaniego hacia Potes. Queremos agradecer al peregrino Enrique Ceballos la descripción detallada de esta variante, en base a su experiencia en 2017. La distribuimos en dos etapas:

Etapa 1 de Potes a Villaverde de Liébana, 23,8 km

0,0 Salimos de Potes por el puente de San Cayetano. Seguimos, calle arriba, hasta la escalinata que se encuentra en su final. Subimos las escaleras y cruzamos la carretera al puerto de San Glorio, entre una casa de pisos y un distribuidor de bebidas, donde se halla un letrero indicador del Camino.
2,6 Alcanzamos el alcornocal de Tolibes, que llevaremos con nosotros durante varios kilómetros.
3,6 Nos encontramos con el cartel informativo del alcornocal. También tenemos el desvío a Valmayor o a Porcieda. Nosotros tomamos el de Porcieda.
3,8 Alcanzamos la cabaña “Invernal de Tolibes”.
5,2 Vemos un mojón inverso para los que vuelven a Potes.
5,7 Alcanzamos el viejo monasterio de Santiago.
6,7 Llegamos a Porcieda, con la ermita de Nuestra Señora de las Nieves, patrona del Valle de Liébana.
8,2 Pasamos por Tudes.
10,4 Alcanzamos la aldea de Tollo.
15,9 En continua bajada alcanzamos Vega de Liébana, ayuntamiento del valle.
18,4 Nada más pasar el puente en Vega, tomamos un camino, en fuerte ascenso, a la derecha, hasta alcanzar la aldea de Bores.
19,3 Desde la aldea de Bores, bajando por la carretera de San Glorio, llegamos a la aldea de Vada.
21,0 Tomamos la carretera a Ledantes, hasta el desvío para Villaverde.
23,8 Por pistas y atajos, evitando las “S” de la carretera, alcanzamos la aldea de Villaverde con un inmejorable albergue de peregrinos y un trato, más que excepcional, por parte de su hospitalero (Juan Manuel).