Desde Viana do Castelo hasta Vila Praia de Âncora podemos utilizar la ruta oficial, que va por el interior, un tanto rompepiernas pero con buenas vistas, o bien seguir intuitivamente el litoral por playas y pasarelas, sin flechas pero sin pérdida posible. La distancia en ambas opciones resulta similar.
Etapa 5: Viana do Castelo - Caminha | Al Loro
La ruta oficial pasa por la Quinta da Boa Viagem, una mansión reconvertida en hotel rural, y la Quinta de Cabanas, antiguo convento benedictino ampliado en el siglo XVII, con su iglesia y su claustro, y situado en un paraje idílico. | |
Durante la jornada pasaremos ante numerosas alminhas o capillitas a pie de calle, por lo general dentro de hornacinas, con imágenes y velas encendidas. Son una muestra de la profunda religiosidad popular que perdura en las zonas rurales de Portugal. | |
El tramo entre Moledo y Caminha es paralelo a una carretera y muy aburrido. La opción más recomendable sería desviarse siguiendo la orilla del mar y cruzar la Mata do Camarido, con una playa preciosa y un bosque de pinos declarado Parque Nacional, por el que llegaremos al estuario del río Miño. El rodeo supone apenas 1,1 km más de camino, y vale la pena. | |
Además de un buen menú a precio portugués, en el restaurante Casa dos Caracois podemos degustar decenas de recetas con este molusco gasterópodo: caracol à pescador, caracol na chapa, feijoada de caracol, caracol frito, tortilla de caracol… |
Sobre Caminha: | |
En la localidad hay la bifurcación más importante de este camino: podemos enlazar con el Camino Portugués Central en una jornada (etapa Caminha - Tui), siguiendo un día más en Portugal; o bien continuar el Camino Portugués de la Costa hacia Vigo (etapa Caminha - Porto Mougás). | |
Para información sobre la barca-taxi que cruza el río Miño entre Caminha y A Guarda, ved Al Loro de la etapa siguiente. | |
El camino pasa bajo la Torre do Relógio, por la única puerta que se conserva de la muralla medieval, muy cerca de la iglesia da Misericórdia, con portada renacentista y exuberante interior barroco. Otra visita obligada es la iglesia matriz de Nossa Senhora da Assunção, con elementos góticos y manuelinos, en cuya cabecera debemos buscar su famosa gárgola impúdica, muestra de la antigua enemistad entre Portugal y España. | |
En las pastelerías de podemos probar algunos de sus dulces tradicionales: caminhenses, pasteles de masa húmeda y esponjosa rellena de crema; petingas doces, hojaldres en forma de sardina también con crema y cacahuete; sidónios, rellenos con pasta de almendra; o las mokas, hojaldres con crema de café. | |
El pez icónico del río Minho es el sábalo (en portugués sável). En Caminha y Vila Nova de Cerveira se suele servir con arroz de debulho, antaño plato humilde elaborado con la cabeza, aletas y huevas del pescado. |