Camino de Santiago: El inicio de la vacunación ilumina la salida de la crisis

Menos de un año después, gracias al conocimiento, la ciencia y la tecnología, y al trabajo titánico de cientos de miles de personas en todo el mundo, la humanidad ha conseguido proveerse de las vacunas que nos protegerán de la nueva enfermedad. Aunque la mayoría de estas personas nunca aparecerán en ningún titular, su trabajo habrá salvado la vida a millones de personas. Así pues, gracias.

La primera vacuna es la desarrollada por BioNTech —en colaboración con la farmacéutica Pfizer—, una pequeña empresa de biotecnología alemana fundada por los médicos Özlem Türeci y Uğur Şahin, hijos de inmigrantes turcos. Pronto llegarán otras cuatro: Astrazeneca, Moderna, Janssen —la única de una sola dosis— y CureVac.

Respecto a las perspectivas para el próximo año en el mundo jacobeo, y si se cumple el plan de inmunización previsto en Europa, durante el primer semestre se mantendrán restricciones a la movilidad, mientras que durante el segundo semestre solo se mantendrán las pautas preventivas. Parece que será, por lo tanto, un año mucho mejor que 2020 y bastante peor que 2019.

Este virus, que tiene un origen natural diga lo que diga el cuñado, es solo uno de los varios que en los últimos veinte años han cruzado con éxito la barrera entre una especie animal y la especie humana. No necesitamos comprar una baraja del tarot para adivinar que volverá a ocurrir. Ello habla de nuestra relación insana con el mundo animal, de la enorme presión que ejercemos sobre los ecosistemas y del deterioro de la biodiversidad, lo que finalmente nos vuelve más frágiles.