Startups delirantes en el Camino

Acaso inspirado por la principal atracción de Pena Aventura, un parque situado en el distrito trasmontano de Vila Real, donde a lo largo de 1.500 m se ofrece la posibilidad de “volar como un pájaro” alcanzando velocidades de hasta 130 km/h, un emprendedor autóctono ha ideado la siguiente propuesta:

Instalar una tirolina gigante de montaña, al lado del Camino Francés pasado O Cebreiro, que se convierta en un imán para todo peregrino, a poder ser joven o con marcha, que por allí transite. Este super-generador de adrenalina, que de acuerdo con la memoria de obra aportará un gran valor a la ya de por sí reconocida ruta jacobea, se integrará en el medio y contribuirá a cumplir los sueños de las nuevas generaciones de peregrinos, que no solo buscan espiritualidad o cultura, cosas tontas del ayer, sino también diversión a tope.

Y como ante todo no se puede interrumpir la marcha del peregrino, la empresa se compromete a trasladar el equipaje al final del trayecto, ignoramos si en ala delta o utilizando la mismísima tirolina para centrifugar las mochilas y así marear definitivamente a los chinches que pudieran viajar en ellas.

Tal proyecto fue presentado a la Xunta y por ventura, ¡qué alivio!, desestimado. Al parecer aún queda algo de sentido común…

El tercero del día no es un proyecto, sino una realidad con su lema: “Nosotros convertimos el Camino del Mar en una experiencia única y en un verdadero placer para los sentidos. Sin atascos, sin over bookings, sin prisas”.

Los del Camino en kayak llevan activos cinco temporadas, y presumen de haber transportado a “500 peregrinos”, casi nada. En vez de hacer las aburridísimas etapas de Pontevedra a Padrón, que la Asociación de Amigos del Camino de Pontevedra ya ha contribuido a cargarse con su Camino Espiritual-Turístico por las rías de Pontevedra y Arousa, la empresa te propone una extraordinaria y apasionante aventura a través de playas paradisíacas, cuya “arena blanca y aguas turquesas nos atraerán hacia ellas como auténticos cantos de sirena y nos harán creer que estamos en el mismo Caribe”.

77 km, 6 días y 5 lunas en campings, dando como locos vueltas a la península de O Grove, al antaño virginal y cada vez más explotado islote Areoso, a la isla de Arousa y, vía Pobra do Caramiñal, Cabo de Cruz y Rianxo, a la isla de Cortegada, Carril, Catoira y Padrón. Entendemos que las millas marinas, aunque sea dando vueltas como los derviches giróvagos, serán para sumar y beneficiarse de las bulas que permiten el preciado bien de la Compostela si se sigue a pie desde Padrón, pues por desgracia el río Sar no es por ahora kayakable hasta la plaza del Obradoiro. De obsequio, en el paquete va incluida la Translatio o certificado de la Ruta Jacobea del Mar de Arousa y Ulla, a la que se podrá sumar la Pedronía, esto para los aquejados de titulitis aguda, y todo ello al módico precio de 485 euros.

A nosotros nos parece muy bien que se promocione el turismo náutico, y el kayak, en la Ría de Arousa, pero no que se venda como “hacer el Camino de Santiago”, porque esto absolutamente nada tiene que ver con el Camino de Santiago, ni es posible justificarlo con algún tipo de peregrinación marítima histórica. Esto es turismo de aventura puro y duro, que se abraza a la marca conocida para mejor vender su propuesta, un mero recurso de marketing.

Pues esto es lo que hay, amigos, estos son los supuestos “peregrinos” que están sumando en las estadísticas para regocijo de autoridades civiles y eclesiásticas, peregrinos muy espirituales, con pesadas mochilas y largas travesías a sus espaldas.