El show de la peregrina 100.000 (9 días antes que en 2023)

Pues aquí está, como cada temporada, ¡el peregrino 100.000!, al que sucederán el 200.000, el 300.000, el 400.000 y, este año parece que sí, que se romperá la barrera con la llegada del peregrino medio millón que recibe la Compostela. Y cada vez que salta la cifra mágica redonda, en una mezcla entre concurso televisivo y la emoción sorpresivamente cantada por los niños del Colegio de San Ildefonso, se repite la representación mediática en la que participan una serie de actores bien conocidos. Performance, por cierto, que en el plano simbólico adquiere una clara significación, pues lo que se da a entender entre líneas, perdón, entre números, es algo así como: aquí lo que importa es la cifra, el volumen, el mogollón, y no la calidad entendida como peregrinos más o menos enterados de lo que están haciendo, partícipes de una tradición milenaria, con una experiencia pausada a lo largo de una distancia y un tiempo que permita entender la grandeza de lo que se está viviendo. Estamos plenamente instalados en el reino del Fast Way, émulo a gran escala del Fast Food, y lo que prima es presumir de cifras.

peregrina-cienmil.jpg

La peregrina 100.000 (Milagros, de los EE.UU.), recibiendo el galardón en la Oficina de Acogida al Peregrino (foto: xunta.gal).
La peregrina 100.000 (Milagros, de los EE.UU.), recibiendo el galardón en la Oficina de Acogida al Peregrino (foto: xunta.gal).

Lo curioso es que la ceremonia numérica acontece, precisamente, cuando el sector turístico, y muchos de sus gestores públicos y privados, andan agitados por la problemática derivada del turismo de masas y sus efectos perniciosos. Comienzan por fin en España a tomarse tímidamente, o al menos a proponerse, medidas contra los excesos de dicho modelo turístico, que están día a día generando más contestación, de todos conocida, entre los residentes. En la punta de lanza ya están hace tiempo Barcelona o Baleares, y últimamente se ha ido sumando Canarias, con manifestaciones multitudinarias incluidas. El hartazgo frente a los desmanes y al crecimiento ilimitado en aras del PIB turístico, y para beneficio de una parte de la sociedad en perjuicio de la restante y mayoritaria, es notorio en algunos destinos.

El mismísimo papa Francisco en su viaje a Venecia, paradigma de esta crisis sobre el modelo de explotación, a finales de abril, alertó sobre la situación que puede provocar el descontrol turístico y su aprovechamiento intensivo, aludiendo a los daños que causan los grandes cruceros o a la expulsión de la población local, lo que genera «relaciones sociales deterioradas, individualismo y soledad». Días antes había recibido en el Vaticano a los alcaldes del grupo español de Ciudades Patrimonio Mundial, exhortándolos para que se valore el patrimonio, más allá del ámbito artístico-cultural, incluyendo también a las personas que habitan esas ciudades.

Dicho grupo de ciudades, en su reunión de Ibiza (11 de mayo) y quizá influido por las palabras del papa, también abogó por un cambio del modelo turístico hacia uno que sea realmente sostenible, pues todos sabemos que cada vez es mayor el número de personas que, sin la debida preparación y respeto para disfrutar de la historia y el arte, acuden a estos centros practicando un consumo superficial y tópico en la onda del photocall. Portavoz de dicho grupo, la alcaldesa de Santiago expresó el deseo de todos por superar el modelo cuantitativo, pues «hay que defender uno de calidad que busque estancias más prolongadas, y que se viva la ciudad de otra manera». Por cierto, desde el 1 de julio Santiago asumirá la presidencia de dicha asociación.

Volviendo al teatrillo del Centro de Acogida al Peregrino, el pasado 13 de mayo fue allí capturado el peregrino 100.000, que por cierto es bastante representativo de los tiempos actuales: una mujer peruana residente en EE.UU. que venía por el Camino Portugués desde Porto, 100% en la tendencia.

En la foto acompañan a la agraciada, con el cartelón y los regalos que le otorgan los Reyes Magos Jacobeos, tanto el presidente de la Xunta de Galicia como el Secretario de Turismo y el Deán del cabildo catedralicio, pero extraña sobremanera que se preste al ceremonial también la alcaldesa de Santiago, que al menos de palabra, lo hemos comprobado arriba, se ha pronunciado explícitamente contra el actual modelo turístico por los graves perjuicios que está causando a la ciudad, y en consecuencia actuando en la limitación de concesiones a las viviendas turísticas. De hecho, en el acto reiteró que el Camino debe hacerse «manteniendo su esencia», dentro de un patrón consciente y responsable.

Otra cosa chocante es que el presidente de la Xunta haya expresado, celebrando el número, que «no vamos a obsesionarnos con las cifras», porque de hecho esta política ha sido no solo una obsesión, sino el principal objetivo del Xacobeo y Turismo de Galicia durante estos últimos años, y así nos lo han vendido como un logro y un éxito indiscutible, repitiendo hasta la saciedad la letanía BR («batiendo récords»).

La administración ha recalcado, y la prensa ha repetido sin el más mínimo comentario (malos tiempos para la lírica), que el peregrino 100.000 ha llegado este año 9 días antes que el anterior. Por nuestra parte entendemos que será consecuencia, como tantos otros adelantos, del calentamiento global. Soñamos, tampoco es broma, que el 100.000 se alcance algún día en enero, y entonces, como decía el cura raudo a su monaguillo, ¡apaga y vámonos! Por lo cual hoy nos quedamos sin sermón, aunque todo resulta tan explícito que es innecesario subir al púlpito.

Periodista especializado en el Camino de Santiago e historiador

Comentarios
Jaor
Imagen de Jaor
La cantidad con la calidad son dos apreciaciones que están confrontadas. Es evidente que al comercio turístico le interesa sobremanera la multitud de personas para que frecuenten, consuman y hagan acopio de lo que ofrecen para incrementar sus beneficios crematísticos, que cada vez más en los caminos que se dirigen a Santiago de Compostela se están consiguiendo. No importa como las personas (peregrinos, turigrinos o turistas) emprendan el camino y que sentido obtienen del camino. El sentimiento peregrino se desvirtúa en aras del esparcimiento, ocio y diversión. No tiene fronteras el desenfreno. Lo que importa es la cantidad y si son turigrinos o turistas mejor, pues se entienden que no están cansados y pueden agolparse para satisfacer sus ansias de consumo, mientras que el peregrino cansado físicamente, pero exultante psíquicamente, solo pretende descansar y nutrirse. Sinembargo la soledad, el silencio que colme al peregrino con su esfuerzo y compromiso que debe de prevalecer para conseguir el sentimiento Peregrino que le proporcione la armonía de sus sentidos, la calma, relajación de su mente y La Paz y la libertad que anhela, están muy comprometidas. El trasiego, bullicio, desmanes que aporta la marabunta de personas involucradas en algunos caminos, sobre todo en las proximidades a Santiago contribuye a que no se consiga lo que pretende con los valores que debe de buscar el peregrino. “PARA PEREGRINAR NO ES PRECISO COMPETIR, SINO DISFRUTAR”.
Blenques
Imagen de Blenques
Estamos hablando de peregrinos, personas que objetivamente han llegado caminando a Compostela, no de turistas. Tenemos que entender que si el Camino es bueno y deseable para nosotros también lo puede ser para muchos otros. En esa apabullante cifra, ¡100.000 en menos de seis meses! quizás estemos alguno de nosotros. ¿Acaso no deberíamos de haber ido para evitar la masificación en el Camino o los que masifican son sólo los demás?. Nadie tiene la exclusiva del Camino, si el alto número de peregrinos a Compostela es un problema, nosotros somos parte del problema, y más cuando muchos somos repetidores compulsivos. Coherencia, señores.